Hoy 1 de septiembre vence el plazo que el pasado 14 de julio dió Trump a Putin: 50 días. Han pasado esos 50 días y estamos pendientes de los siguientes pasos de Trump para ganarse el premio Nobel. De lo contrario, va a quedar como un charlatán. Aquí las imágenes.

Esa es la grandeza de Ponce: ha llevado el nombre de Chiva a los rincones más importantes del mundo taurino, y lo sigue haciendo como Embajador en estas fiestas.

Treinta y cinco temporadas no las aguanta cualquiera, y menos con ese nivel.

No nos engañemos, Putin jamás se sentará con Zelensky salvo que Ucrania se arrodille primero.

Trump tiene una densa cortina de humo para ocultar sus intenciones Aparentemente Trump quiere ganar el Premio Nobel de la Paz -lo han dicho sus más estrechos colaboradores- y para ello llama a su oficina a todos los presidentes de los países enfrentados y se obliga a negociar con diferentes equipos...

El Constitucional ya dictó sentencia. El problema no es legal, es de cobardía institucional. Y el primero que se atreva será recordado.

Los parlamentarios animalistas del Congreso de los Diputados son de izquierda extrema en su inmensa mayoría, salvo alguna excepción, que es como el tonto que se ha dejado caer por allí.

El perro no es un muñeco, pero lo están convirtiendo en uno. Y cuando se queje, no ladrará: se romperá por dentro. Hay perros en exceso abrigados con reacciones que no son normales: pueden incluso atacar.

Aquí en mi comunidad ni un resumen dan. Que en Castilla-La Mancha tengan esta oferta taurina en abierto es para aplaudir de pie.

José Tomás no tenía la gracia de El Cordobés y se dejó coser a cornadas para triunfar en esto. Mataba bien, eso es verdad. Pero la parte esencial de un personaje dedicado al espectáculo, cuidar a su público, de eso, cero fuera de la plaza.