Illa no es Ayuso; Laporta es un pícaro de la mejor escuela; Puigdemont o Junqueras en Madrid serian Jesús Gil el gordo; Alvise el flaco. No hay nivel.

El deporte de alta competición es lo más capitalista que hay; incluso el trabajo en equipo está orientado a objetivos capitalistas: primas por ganar, etcétera. Un comunista de base no puede ser del Real Madrid. Un comunista jefe, sí.

El que fue a Sevilla, perdió su silla; el que fue a León, el sillón; y en el pueblo, si tu vaca caga en la calle ¿qué? paga a un operario del ayuntamiento o lo limpia el propietario.

Muy sorprendente, el 70% vota por partidos independentistas, pero ni se molestan en utilizar el eusquera que dicen que han aprendido. Hay aquí gato o timo encerrado.

Los socialistas se encargarán de coger el relevo y dar respiración asistida. Illa es más catalán que la mayoría más amplia de sus votantes; es nacionalista. Busca su "trato especial", ya me entendéis.

Y, si no me equivoco, tres años después, el Tribunal Supremo ratificó esa sentencia, ¿verdad?

Los coches eléctricos podrán circular libremente por autopistas... y los de gasoil son los que pagarán, aplican la ley: el que contamina, paga.

Los apostadores de la quiniela que perdieron dinero por "fallos" de los árbitros corruptos ¿tendrán derecho a reclamar?

Para hacer un firme seguidor del Atlético de Madrid, enseña primero a odiar al Real Madrid. Y lo mismo vale para ser un buen seguidor del Athletic de Bilbao o de la Real. Un odio básico, elemental, animal. Y tendrás a uno del Atleti de Cabeza a Jesús Gil o Simeone.

Esto es España, así somos los españoles, de este a oeste y de norte a sur: implacables con el robagallinas, y sumisos con los políticos roba-millones.