Lo de 2006 fue una heroicidad. Sin toros en el campo y sacó adelante San Isidro como si nada.

Llama la atención que se tolere de todo en nombre de la cultura, menos los toros.

El que se ofenda con esto no ha pisado una cocina en su vida.

Dice Alandete,o eso creo que he leído por ahí, que Berna González aprobaba sus crónicas y su trabajo como corresponsal, que no era uno de los "arrastraos" de la redacción... están saliendo cosas que nadie creería sobre cómo son los periodista de El País.

Sí, Morante le robó la fiesta a Robleño, pero solo en parte; porque Morante se ganó la puerta grande; Robleño, no: dos orejas hacen falta, y el público le daría las dos pero no puso los mínimos Robleño. Las cosas son así.

Ábalos y Koldo se presentaron ante el juez con una mochila; la de Koldo con ropa de cárcel, según sospechan periodistas avezados.

Ahora que todos repudian a los toreros, sus padres no dudaban en llevarlos a ver a Paquirri con pipas y bocata.

Una dependienta ecuatoriana en Terrassa: mi catalán vale monedas sueltas; el de los funcionarios, un plus mensual. ¿Dónde está la justicia?

La variedad ganadera —trece hierros en total— asegura emoción en cada tarde. El aficionado exigente encontrará alicientes en cada encierro.

La desinformación organizada se ha convertido en un arma política, y es una vergüenza para quienes la practican.