Curro Rivera, 10 tardes en Las Ventas de Madrid y 9 orejas

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Curro Rivera fue un destacado torero mexicano, nacido en 1981 y cuya vida se truncó prematuramente en el año 2001. Con una carrera efímera pero intensa, Rivera se ganó el reconocimiento en el mundo de la tauromaquia por su valentía y estilo único. A pesar de su corta trayectoria, dejó una huella imborrable en los aficionados a la tauromaquia, destacándose por su carisma y habilidad en el ruedo.

Uno de sus grandes faenas fue el 9 de julio de 1978. Curro Rivera indultó a Saltillero de Campo Alegre en la Monumental Plaza México.

Otra de sus tardes más recordadas tuvo lugar en la plaza de toros más importante del planeta toros: Las Ventas, en Madrid. En una tarde memorable, compartió cartel con el legendario Palomo Linares y Andrés Vázquez, generando una expectación sin precedentes. La actuación de Rivera fue magistral, demostrando una maestría y un arte que cautivaron al público. Su dominio del capote y la muleta, junto con su capacidad para conectar emocionalmente con los espectadores, hicieron de esa tarde una de las más memorables en la historia de Las Ventas. Su pasión y entrega en el ruedo quedaron grabadas en la memoria de todos los asistentes, consolidando su legado en el mundo del toreo.

Aquella tarde Palomo Linares cortó dos orejas y rabo, era el 22 de mayo de 1972, toro de nombre ‘Cigarrón’, de Atanasio Fernández. Fue el último rabo cobrado en Las Ventas. Pero Curro Rivera compartió puerta grande con Palomo Linares y cortó dos orejas a cada uno de sus toros, de nombre “Cigarrero” y “Pitito”; Andrés Vázquez, que cerraba la terna, cortó una oreja.

En esta faena vemos con detalle el pase personal de Curro Rivera, el circurret

[Taurologica]

Curro Rivera es un torero poco reconocido en España, pero de muchos méritos, muchos. Sus triunfos en Madrid eran certificados de sus triunfos en otras plazas.

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Aquella tarde en Las Ventas Curro Rivera cortó dos orejas a cada uno de sus toros, Curro Rivera compartió puerta grande con Palomo Linares. 2 orejas a cada toro es una auténtica proeza de perfección

[Farolero]

Diez tardes en Madrid y nueve orejas. Un récord para la historia.