El reconocimiento a la diversidad cultural en Argentina se cristaliza cada 12 de octubre, marcando un hito significativo con el Decreto 1584 promulgado en 2010 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este decreto rebautizó la fecha como "Día de la Diversidad", impulsando una revisión crítica hacia la influencia española y su impacto en la conformación de América.
Curiosamente, Argentina fue pionera en institucionalizar el 12 de octubre como feriado, originalmente denominado "Día de la Raza" en 1917 por el presidente Hipólito Yrigoyen, en un gesto de reconocimiento a la herencia cultural hispana en América y Argentina. Esta fecha pretendía celebrar la fusión cultural que contribuyó a la construcción de la identidad moderna del continente.
Sin embargo, la historia argentina post-independencia revela una lucha constante con su identidad, oscilando entre la admiración y el rechazo hacia la labor civilizadora de España en América. Esta ambivalencia se refleja en la compleja relación con su propio legado hispánico y las políticas hacia los pueblos indígenas.
Tras la independencia, Argentina emprendió un conflicto armado contra las comunidades originarias que ocupaban extensas áreas del territorio, entre ellos los diaguitas, guaraníes, mapuches, querandíes, tehuelches, selk'nam, comechingones, wichí, toba, pilagá, mocoví, chané, ava-guaraní, tonocoté, lule, vilela, chorote, chulupí y tapiete. Estos pueblos enfrentaron una drástica reducción, con muchos de ellos desapareciendo por completo o siendo marginados a una existencia minoritaria, sin políticas de integración o educación por parte de la república argentina.
El conflicto con estas "primeras naciones" (que ya no incluía ni frailes, ni curas ni educadores como en la época hispana) movilizó por parte de Argentina solo a los soldados; y la guerra se prolongó hasta 1886 y más allá, en una forma de confrontación armada persistente. Un episodio sombrío de esta historia fue la Marcha de la Muerte de 1878, donde más de tres mil indígenas fueron forzados a desplazarse mil kilómetros hasta la costa, con aquellos incapaces de seguir siendo ejecutados o mutilados, mientras que las mujeres y niños capturados fueron esclavizados. Fueron exhibidos en Buenos Aires; las mujeres y los niños, regalados a los ricos bonaerenses. Pero los hombres fueron enviados a campos de prisioneros en la isla de Martín García.
Antes y durante la Conquista del Desierto —iniciada formalmente en 1879— y las guerras contra "las primeras naciones" la isla de Martín García funcionó como campo de concentración de la población originaria derrotada y miles de indígenas fueron confinados allí.
Esta reconfiguración del 12 de octubre como "Día de la Diversidad" busca, por tanto, cuestionar la narrativa tradicional Argentina sobre la llegada de los españoles a América; y también reflexionar sobre la historia de exclusión y violencia hacia los pueblos originarios, promoviendo un reconocimiento más inclusivo y respetuoso de la rica diversidad cultural de Argentina.