Nacido en 1931 en Caldes de Montbui, Barcelona, el joven Masats nunca imaginó que su destino le alejaría del negocio familiar de pescado salado para sumergirlo en el arte de capturar instantes. Fue el azar del servicio militar y su primer contacto con revistas de fotografía lo que encendió su pasión por este arte, llevándolo a invertir en su primera cámara con un ingenioso pretexto. Su curiosidad lo llevó a explorar la fotografía más allá de los retratos familiares, incursionando en el retrato social con una perspectiva única que buscaba exponer la realidad sin artificios.
La carrera de Masats despegó en los años cincuenta, marcando un antes y un después en la fotografía española. Su habilidad para capturar la esencia de la España de la época, con imágenes que destilaban ironía y humanidad, le valió comparaciones con Henri Cartier-Bresson. Su obra más icónica, capturada en 1960, que muestra a un seminarista en pleno vuelo intentando detener un balón, es un reflejo de su maestría para encontrar la extraordinariedad en lo cotidiano.
La trayectoria de Masats estuvo repleta de momentos que marcaron la historia cultural de España. Desde sus primeros pasos en concursos de fotografía, que desafiaban las normas establecidas, hasta su casi ingreso en la agencia Magnum y sus legendarias coberturas de los Sanfermines, Masats demostró ser un narrador visual sin igual. Su trabajo en prensa, colaboraciones con cineastas como Carlos Saura y su incursión en el documental y la televisión ampliaron aún más su horizonte creativo.
Ramón Masats no solo renovó la fotografía española con su enfoque humanista y su ironía característica, sino que también dejó un legado de enseñanzas y amistad. Su segunda esposa, Paloma, y su familia cercana, incluidos sus compañeros de aventuras y aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo, recuerdan a un hombre generoso, un maestro cuya obra continúa inspirando. Con su partida, se cierra un capítulo vital en la historia de la fotografía, pero su mirada irónica y su capacidad para capturar la esencia de la vida permanecerán eternas en cada una de sus imágenes.