Toreros: ¿héroes o mortales? La ciencia revela la verdad

[Fanfarria]

Toreros: ¿héroes o mortales? La ciencia revela la verdad

La vieja conexión entre los toros y la medicina ha cobrado nueva vida. Y no se trata solo de quirófanos en las plazas o de cirujanos heroicos: ahora es la ciencia la que estudia directamente a los toreros como modelo de resistencia al dolor.

Todo empezó, en realidad, hace casi un siglo. En 1928, el descubrimiento de la penicilina por parte de Alexander Fleming transformó radicalmente la vida de los lidiadores. Una cornada, que antes podía llevar a la muerte por infección, dejó de ser sentencia fatal. Por eso, en la explanada de Las Ventas, hay un torero que brinda a Fleming. Aunque el escocés, según contó Agustín de Foxá, respondió con sorna darwinista: “¿Y a cuántos toros?”.

Hoy, el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y la Universidad de Oxford colaboran en el proyecto WellSPain, liderado por el neurofisiólogo Julian Taylor y la doctora Marta Ríos. Están investigando por qué los toreros parecen tolerar mejor el dolor que la mayoría de la población. ¿La meta? Aplicar ese conocimiento a personas con lesiones medulares.

El proyecto fue posible gracias a los 23.540 euros recaudados en una corrida benéfica celebrada en marzo de 2024 en Toledo, en la que participaron Eugenio de Mora, Gómez del Pilar y Ángel Téllez. Fue este último quien brindó un toro al propio Taylor, iniciando un vínculo inesperado entre el ruedo y el laboratorio.

El estudio incluye pruebas de sensibilidad térmica y de presión, resonancias magnéticas y análisis genéticos. También participan bomberos, militares, jugadores de rugby, practicantes de yoga o meditación. Pero los toreros están destacando.

Entre los primeros en apuntarse: Gómez del Pilar, Álvaro Lorenzo, Álvaro Alarcón, Ángel Téllez y Esaú Fernández. Y el propio Eugenio de Mora, que lleva décadas en activo, lo explica con naturalidad: “No tengo más resistencia que otra persona, pero sí estoy acostumbrado a superarme”.

Taylor asegura que entre los mejores resultados obtenidos hasta ahora figuran varios toreros. También menciona a una bombera y a dos personas que meditan a diario. Todo apunta a que la clave no es la fuerza física, sino una combinación de resiliencia mental, adaptación biológica y experiencia frente al riesgo.

La investigación sigue su curso y, si el reclutamiento funciona, podrían sumarse más figuras en ferias como Sevilla, Pamplona o Málaga. Porque los toreros, esos hombres a los que muchos consideran héroes o locos, también interesan ahora a los científicos.