Foros Toreros

¡Qué paradoja deliciosa! Un antitaurino que escribía sobre los toros con más pasión que muchos cronistas taurinos.

Este Noel merece un monumento, si no en las ventas, no lejos de la plaza de toros.

Este Eugenio Noel merece un monumento, reconózcase.

Un enemigo del flamenquismo que conocía mejor el compás que cualquier aficionado.

El escritor que quiso abolir el mito español y terminó engordándolo.

Noel fue como un torero invertido: toreaba a España con la palabra y salía todos los días por la puerta de la enfermería.

Si Valle-Inclán lo hubiera inventado, no lo habría hecho mejor.

En nuestros días Noel sería un rapero, pero un rapero odiado por los propios raperos. O un auténtico rokero maldito, de esos que tan pocos hay en la historia de la música rebelde.

Un hallazgo este Eugenio Noel, y traigo esto intrigante: ¿era Noel un aficionado que prefería ver el mundo al revés?

José Martínez Ruiz, Azorín, en 1914, advirtió: «Nadie duda de que Eugenio Noel es un adversario acérrimo de los toros y el flamenquismo. Mas la lectura de sus trabajos nos produce el efecto de una exaltación de lo que se trata de deprimir y condenar (...) Noel sabe menudamente todo lo que se refiere a los toros (...) Nadie como él nos informa tan bien de las cosas y los lances del flamenquismo».