Un comienzo prometedor
Alberto López Simón, nacido en Madrid, comenzó su andadura en el mundo del toreo con un prometedor debut. Desde sus primeros pasos en la Plaza Monumental de Barcelona en 2010 con novillos de Mari Carmen Camacho, hasta su primera aparición en Las Ventas en 2011, Simón ha mostrado un talento y una pasión innegables por la tauromaquia.
Ascenso a la cumbre
En 2012, su carrera dio un salto significativo al tomar la alternativa en la Feria de Abril de Sevilla. Acompañado por figuras legendarias como Morante de la Puebla y José María Manzanares, Simón enfrentó toros de Núñez del Cuvillo, marcando su presencia en el mundo del toreo con un estilo único y audaz.
Triunfos en Las Ventas
Las Ventas, la icónica plaza madrileña, ha sido testigo de algunos de los momentos más destacados de Simón. Su habilidad le llevó a obtener cinco Puertas Grandes, con actuaciones memorables en fechas como el 2 y 24 de mayo y el 2 de octubre de 2015, así como el 1 de junio de 2016 y el 25 de mayo de 2018.
Momentos épicos
2015 fue un año de cambio para Simón, con tres salidas a hombros en Las Ventas. En la corrida de la Beneficencia de 2016, junto a Manzanares y enfrentándose a toros de Victoriano del Río, Simón consolidó su estatus como uno de los grandes. Esta faena, junto a otras en plazas como Acho, Mont de Marsán y Zaragoza, demostró su maestría y su conexión emocional con el ruedo.
Más allá de ser un torero, López Simón es un verdadero artista del ruedo. Su carrera se ha definido por una valentía incansable y un arte que trasciende el toreo tradicional. Su pasión por figuras literarias y musicales y su afición al Atlético de Madrid revelan la profundidad de su personalidad y su enfoque moderno en el arte de la tauromaquia.
Legado y retirada
A pesar de anunciar su retirada, la influencia de Simón en el toreo permanece imborrable. Su decisión, marcada por la pérdida de fuerza e ilusión, refleja su respeto profundo por el toro bravo y el arte taurino. Alberto López Simón deja un legado de emociones, coraje y autenticidad, recordado como un icono de la valentía y el arte en el mundo taurino.