La declaración de Santander: desafío a la corriente animalista

[Taranjo]

La declaración de Santander: desafío a la corriente animalista

Unión de fuerzas en defensa de la tradición

En un encuentro crucial en el Palacio de la Magdalena, Santander se convierte en el epicentro de una importante declaración. Líderes de la Real Federación Española de Caza, ASAJA, Fundación Toro de Lidia y otras entidades firman un manifiesto en contra del animalismo y el antiespecismo. Esta alianza, que resuena más allá de las fronteras de España, invita a asociaciones y empresas a unirse a través de su página web, destacando su compromiso con la cultura, tradición, economía y medio ambiente.

El impacto del animalismo en las comunidades rurales

El manifiesto subraya la amenaza del animalismo para las comunidades rurales, cuyas prácticas y culturas se han construido en torno a la relación milenaria con los animales. Pedro Barato de ASAJA enfatiza esta perspectiva, describiendo el animalismo como una ideología peligrosamente utópica que pone en riesgo la civilización humanista y la continuidad de los paisajes rurales.

Legislación y bienestar animal: un equilibrio delicado

Manuel Gallardo, de la Real Federación Española de Caza, critica la legislación actual sobre bienestar animal, sugiriendo que se ha inclinado demasiado hacia una visión animalista, perjudicando la evolución y desarrollo humanos. La declaración busca recalibrar este equilibrio, defendiendo las tradiciones y costumbres que han definido las comunidades humanas a lo largo de los tiempos.

La España rural frente a la ideología urbana

La declaración también resalta la discrepancia entre el apoyo verbal a la España rural y las políticas que dificultan la vida en los pueblos. Francisco Pérez Peña de "La Socarreña" señala cómo las acciones impulsadas por los animalistas urbanos podrían llevar al declive de pueblos rurales, subrayando la desconexión entre la vida urbana y rural.

Una perspectiva urbana equilibrada

Además de las voces rurales, es importante reconocer que en las ciudades también hay una considerable cantidad de personas que no se alinean con el animalismo extremo ni con el mascotismo. Aunque muchos de ellos son propietarios de mascotas y las tratan con amor y respeto, entienden que los animales y las personas ocupan lugares distintos en la sociedad. Esta visión urbana equilibrada enfatiza la importancia de cuidar a los animales sin atribuirles un estatus o derechos equiparables a los humanos, manteniendo así un equilibrio razonable y respetuoso entre especies.

[JoseMadrid]

Esta Declaración es crucial para preservar lo que valoramos. Como dijo Pedro Barato, no es solo una cuestión de tradición, sino de supervivencia. Nuestros pueblos no pueden ser ignorados.

[Portu]

Tienes razón, JoseMadrid. Y no solo en los pueblos, incluso en las ciudades hay gente que, como yo, tiene mascotas pero no suscribe al extremismo animalista.

[EstoEsElPueblo]

Good Food Institute, GFI

El "Good Food Institute" (GFI) es una organización sin fines de lucro (*) que promueve alternativas "sostenibles y éticas" a los productos alimenticios convencionales, especialmente en el ámbito de la carne. Se enfocan en fomentar la innovación y la comercialización de alimentos producidos a través de métodos como la "agricultura celular" y las "proteínas alternativas" basadas en plantas. Su objetivo principal es reducir el impacto ambiental de la producción de alimentos, mejorar la seguridad alimentaria y disminuir los "problemas éticos asociados con la agricultura animal convencional". El GFI trabaja en varias áreas, incluyendo la investigación científica, la política y la promoción, y el apoyo empresarial y la educación.

(*) Sin ánimo de lucro, cierto, GFI no busca "amasar dinero" pero paga a sus empleados suculentos salarios para "profesionalizar" el animalismo

Subrayo "sostenibles y éticas" porque estas dos palabras y otra media docena más, son el envoltorio actual, moderno, en la cresta de la ola para "bendecir" cualquier actividad.

Subrayo "agricultura celular" y "proteína vegetal" porque esta empresa quiere reemplazar la alimentación tradicional y natural basada en carne y proteína de origen animal por otros alimentos... sostenibles, éticos, ecológicos, respetuosos con el medio ambiente... (ya conocéis la letanía de palabras bonitas)

Subrayo los "problemas éticos de la agricultura convencional" para indicar que la agricultura tradicional ha superado las diversas fases históricas sin problemas éticos, adaptándose a cada circunstancia para sostener la producción de alimentos naturales que todo el mundo, todo el mundo, necesita.

Seguiremos con estas "multinacionales" del bienestar animal que son en realidad un caballo de Troya de ideologías totalitarias que se infiltran en nuestras sociedades del siglo XX y XXI con unos objetivos... "totalitarios", no democráticos.

[Tragabuches]

Exactamente, Portu. Y es más que nuestras costumbres; es nuestra economía. Si las prácticas rurales desaparecen, ¿qué será de nosotros? Como dice Perez Peña, estamos luchando por nuestra existencia.

[Fiambrero]

Sí, Tragabuches, es un tema complejo. En la ciudad, muchos no ven el impacto de estas ideologías en la vida rural. Amo a mi perro, pero sé que los animales y los humanos tienen roles diferentes, algo que parece olvidarse a menudo.

[MalaFacha]

Es un tema de sentido común, como decía Gallardo. No podemos dejar que el sentimentalismo nos ciegue. Necesitamos un enfoque práctico y respetuoso, tanto para humanos como para animales.

[Kazereño]

Y cómo levantamos nuestras voces, como decía Portu. No solo en la plaza, sino en todas partes. Nuestra cultura, nuestras tradiciones merecen ser escuchadas y respetadas.

[ViscaBarsa]

Exacto, Kazereño. Y no solo se trata de hablar, sino de actuar. Debemos unirnos y mostrar la realidad de nuestras vidas, no solo lo que se ve en los medios.

[Pinreleiro]

La unión es clave, como en la Declaración. Tenemos que mostrar que hay otra realidad, más allá de lo que pintan los animalistas. Somos muchos los que pensamos así, en la ciudad y en el campo.