José Antonio López Bueno: Soy campeón del mundo y busco trabajo

[Baturralde]

En el corazón de Zaragoza, José Antonio López Bueno, excampeón mundial del peso mosca, enfrenta su lucha más dura fuera del ring: la búsqueda de un empleo estable tras caer en desgracia. A sus 49 años, tras alcanzar la gloria y luego perderlo todo, López Bueno se ve obligado a intercambiar su legado por una oportunidad de trabajo, reflejando la volatilidad del éxito y la perseverancia ante la adversidad. Y lo perdió luchando, no por vicios.

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Hace casi 25 años que José Antonio López Bueno asaltó el cielo pugilístico a puñetazo limpio. Fue el 23 de abril de 1999, cuando se proclamó campeón del mundo del peso mosca en su Zaragoza natal tras vencer por KO al mexicano Rubén Sánchez. Días de gloria intensa pero breve. Defendió su trono con éxito una primera vez; a la segunda, le desposeyeron por incomparecencia al estar lesionado. Nunca remontó, y a los reveses deportivos se sumaron los personales hasta tocar fondo. Ahora pugna por salir del hoyo y lanza un grito desesperado: “cambio mi cinturón de campeón del mundo por un puesto de trabajo”.

A sus 49 años, López Bueno es un hombre castigado, otro juguete roto del cuadrilátero. Aún así, en él sobrevive la pasión por su deporte. “Me lo ha dado todo”, cuenta entre las cuerdas del ring que improvisa tres días a la semana en un gimnasio de artes marciales de la capital maña donde le echan una mano. Le apasiona dar clases, pero no es suficiente. “El mes que mejor me va puedo hacer 200 euros”, dice. Para subsistir, tira con lo que sale, sea recoger escombros o limpiar casas de personas con síndrome de Diógenes. Pero el cuerpo se resiente y aspira, quién no, a algo estable para enderezar su vida. “No pido dinero, solo un trabajo con flexibilidad para seguir vinculado al boxeo”, explica.

[SieteDeSiete]

¿Habéis leído lo de López Bueno? Increíble que un campeón mundial esté pasando por esto.

[CazaRatas]

Sí, es un golpe bajo, más duro que cualquier KO en el ring. Cambiaría su cinturón por trabajo... eso es desesperación.

[Gálvez]

Y pensar que en su día fue la estrella de Zaragoza. El boxeo le dio todo y ahora parece que le ha quitado mucho también.

[Gerundino]

Lo que me impacta es su dedicación. Aún enseña boxeo en un gimnasio, haciendo malabares para sobrevivir. Eso es pasión.

[PanTumacaYToros]

La verdad es que el deporte, especialmente el boxeo, es una montaña rusa. Hoy estás arriba y mañana, quién sabe.

[ToreroGalego]

Me preocupa lo que dice sobre el apoyo institucional. O más bien, la falta de él. “Mucho título y mucha foto, pero lo que necesito son medios para desarrollar un trabajo digno”.

[guitarrero]

Es un reflejo de cómo tratamos a nuestros héroes una vez que dejan de brillar. Todos esos aplausos no pagan las facturas.

[Septimio_Severo]

¿Y qué hay de la comunidad? ¿No podemos hacer algo? No sé, una colecta o algo para ayudarle a montar su propia escuela de boxeo.

[Toro_Rojo]

Idea interesante, Severo. Pero el problema es más profundo. Necesita un ingreso estable, no solo una ayuda puntual.