Premios para salvar el honor de La Maestranza de Sevilla

[Cordobés]

Premios para salvar el honor de La Maestranza de Sevilla

Cuentan los cronistas que la plaza de toros de Sevilla ha perdido en los últimos años seis mil abonos, quedando la cifra en 2.000. Estos abonados que se fueron, representaban el peso de la sabiduría taurina de la plaza, son el Cosío, son la Academia griega de la tauromaquia, fueron los verdaderos conocedores; el reemplazo que ha llegado es un público de aluvión, con dinero, eso sí; traje, flor y yintóni. Pero sin conocimientos. Por eso, para educar a los nuevos públicos os invito a elegir las diez peores trapisondas de la feria de Abril. Pongo dos.

Primera trapisonda: No puede haber premio para Ventura si se niega a torear con su rival después de lustros. Pues va El Corte Inglés y le canta un premio gordo. Mal.

Ha quedado en forostoreros debatido que lo de Escribano, torear lesionado y medio drogado, ha sido una temeridad. Este comportamiento debe ser inaceptable por muchas y solo pongo dos razones. Y multable por otras más. Primera razón, la actitud de Escribano provocó una estado de ánimo en el público propicio para el suicida; y negativo para la lidia y sus compañeros. El público aplaudía simplemente par sacudirse los nervios y la presión. La segunda razón debe presentarla la asociación de escuelas taurinas de Andalucía: que alguien les explique cómo se enseña eso a un chico de 8, 10, 13 o 15 años. "Tú te pones delante el toro, y si te mata, finito; pero si no, igual ganas un pastón". Requetemal.

Y va El Corte Inglés y le ha atiza un premio a Manuel Escribano precisamente por su actitud suicida. Malo, peor, pésimo.

Dar como triunfador de la feria a Daniel Luque es una osadía; el torero fue rebatido por los medios especializados por recibir "de regalo" una puerta del príncipe. Ese premio es el peaje que hay que pagar en La Maestranza. Este torero montó el pollo en invierno con una invención; y se ha llevado el premio precisamente por ruidoso en su autobombo de meses: el ruidoso público de Sevilla le regaló salir a hombros. Ahora le cascan el premio que es, los expertos lo sostienen, ¡indigno! para Sevilla.

¿Quién debió ganar el primer premio? ¿Roca Rey o Morante de la Puebla? Morante de la Puebla por vergüenza torera y honestidad y honradez de artista. Decía Curro Romero que lo peor que puede hacer un torero en una plaza de toros es "hasé que hase", hacer que hace; es decir, pegar pases a un toro, pero ninguno bueno. Cuando un torero "hase que hase" insulta a la afición. Porque al aficionado sabio no le engaña; engaña al aficionado nuevo, el que necesita conocer. Morante de la Puebla dejó caer un poco de magia en cada uno de sus toros a la vez que hacía ver a todo el mundo que el animal no tenía faena. Solo unos pocos recalcitrantes en la envidia se quejaron. La inmensa mayoría del público intuyó la lección magistral tarde a tarde, toro a toro. Roca Rey mereció el segundo premio si lo hubiera. Y después del peruano, naide.

Aquí descanso en mi análisis de la feria. Pablo Aguado me parece insípido. Y Juan Ortega, amanerado, estirado, andariego y montariego. Eso no es torear. Eso es "hasé que hase".

[KobraDiezmo]

Han dado un premio a Emilio de Justo, ¡a Emilio de Justo! fijáos que capacidad de abrir el paso a un tren ¡inmenso! este de Justo. j a, j a, y ja.