Un taxista marroquí en Sabadell: por mi acento me llaman moro; por su acento a ellos les pagan extra. Eso se llama racismo.

Esto ya no es debate sobre toros o no toros. Es perder la medida humana, la empatía que debería unirnos a todos, más allá de las aficiones.

Me duele pensar que todo esto se borra de un plumazo, como si la historia no valiera nada.

Esto ya no es debate sobre toros o no toros. Es perder la medida humana, la empatía que debería unirnos a todos, más allá de las aficiones.

Es curioso: los comunistas franceses no dispararon contra los nazis hasta que lo mandó Stalin, pero sí dispararon rápido contra otros franceses.

Seamos claros: el Ayuntamiento nos ha borrado del mapa cultural. Y si no figuramos ni en la Aste Nagusia, ¿cómo quieren que venga la chavalería?

Esto tiene nombre: machismo progresista. Presumen de feminismo, pero ponen a la mujer en la trinchera del insulto mientras el hombre queda como estratega listo.

Rabia pura. Trabajo dos turnos para pagar la compra y estos por hambre acaban entre rejas.

Confío en que aún hay camino. Este comunicado no es un adiós, es un llamado. Tenemos que unirnos: peñas, ganaderos, escuelas, toreros, medios. La tauromaquia ha sobrevivido siglos porque siempre ha sabido defenderse. Esta vez no será distinto.

No me lo creo del todo. Fito no se bajó de la izquierda cuando la veía podrida por dentro, sino ahora que es moda. A eso se le llama subirse a la ola, no tener valentía. Un artista debería ir contramano, no seguir el viento como una bolsa de supermercado.