Manzanares admite que recibió una oreja injusta, y que El Juli mereció más

[Napoleón]

Fue otra de Garcigrandes, pero esta vez el presidente se propuso mejorar la tarde a su manera. Premió a José María Manzanares con una oreja que el diestro rechazó en unas declaraciones; y además, Manzanares reclamó para su rival El Juli el mismo trofeo porque se lo merecía. Fue el segundo despropósito del presidente. Pero hubo otro, tercero y no pequeño: mandó dar una vuelta al ruedo al sexto toro de la tarde, premio que nadie entendió.

[Chaika]

La rivalidad no es lo que era; de garcigrandes a garcichicos las orejas están muy baratas, no se regalan, pero casi. Las orejas que nadie quiere perder son las de los miuras, por ejemplo, y otras ganaderías que todos sabemos. Esas orejas no se negocian-regalan.

[TiritiTrump]

Este colegueo entre Manzanares y El Juli está fuera de lugar. La plaza de toros es territorio de rivalidad entre todos los miembros de la terna. Aunque se toreen garcigrandes, aunque los toreros sean Manzanares y El Juli. A la plaza no se va a ver al presidente dar el cante.

[Enriqueta3]

Este compadreo entre las figuras está mal. La rivalidad no admite ese toma y daca aunque el presidente se haya equivocado. Es como un árbitro, un día se equivoca para un lado, y otro día ve estocada donde otro silba por bajonazo.

[Suripanto]

En una corrida de toros no hay amigos, ni amiguismos, hay competencia, rivalidad, emoción y ganas de demostrar que eres mejor que el rival. No es un reparto de orejas entre amigos.